Conoce aquí cuál es la tuya:
Acabas de empezar tu entrenamiento. Todo va bien y estás entusiasmadísimo y con ambición para conseguir alcanzar tus metas fitness. Al principio tienes la sensación de que tendrás frenar para que el cuerpo no se te dispare…
Pero al cabo de varias semanas la motivación empieza a decaer y comienza la cuesta arriba. No te preocupes, es totalmente normal y le pasa a cualquiera.
Conocer cuáles son los 2 tipos de motivación que existen te harán para conocer cómo actuar y mantenerte en el camino hacia tus metas
Seguro que conoces a personas que siempre consiguen todo lo que se proponen.
Te preguntarás qué tienen todas ellas en común: ¿inteligencia, constancia, voluntad, suerte? Es muy posible que estos casos de éxito sean consecuencia de una mezcla de todos estos factores, pero hay un ingrediente que es lo que ayudó a lograr su objetivo: la motivación.

Existen dos tipos de motivación: la intrínseca y la extrínseca. Aquí descubrirás qué son, qué diferencias hay entre ambas y por qué serán fundamentales para ayudarte a cumplir tus metas.
- La motivación intrínseca es aquella que nace del interior de cada uno y es independiente a cualquier tipo de estímulo externo. Las recompensas que conseguirás alimentando este tipo de motivación son puramente íntimas: autoestima, satisfacción personal, independencia, fuerza interior, confianza, etc.
- La motivación extrínseca, en cambio, es el conjunto de acciones que llevas a cabo para conseguir una recompensa externa. El ejemplo más común es el económico, pero la motivación extrínseca no es solamente la búsqueda de un aumento de sueldo. La motivación extrínseca busca la validación personal por parte de un tercero: los elogios o los refuerzos psicológicos son aspectos clave de la motivación extrínseca.
Entonces ¿Cuál es la diferencia principal entre las 2 motivaciones?
La diferencia principal entre ambas motivaciones, por tanto, es el origen del estímulo que hace despertar esta conducta. De este modo, si las acciones vienen dadas por un deseo de superación personal, ganas de crecer y aprender o la necesidad de cumplir con una obligación haciendo las cosas bien, se trata de una motivación intrínseca.
Si, en cambio, un comportamiento está alimentado por el deseo de conseguir una promoción en el trabajo, el anhelo de ser reconocido o incluso la contrarreacción ante una posible reprimenda (como sucede con los castigos en los niños, por ejemplo) se trata de una de motivación extrínseca evidente.
Ahora que ya conoces cuál tipo de motivación es la que predomina en tí, te daré siete consejos para no perder la motivación para entrenar y así conseguir una mejor calidad de vida y los resultados que estás buscando:
- Establece objetivos. …
- Haz que tu rutina de ejercicio sea divertida
- Haz que tu actividad física sea parte de tu vida diaria
- Escríbela en un papel o agenda
- Busca compañeros a la hora de hacer tus ejercicios: amigos, vecinos
- Recompénsate por cada semana que hayas “cumplido” con tu meta de entrenar
- Sé flexible contigo mismo/a busca reforzar el buen hábito de entrenar, no la perfección…